lunes, 21 de noviembre de 2011

Amor y ... carnaval

Las ciudades son más lindas las segundas veces; o por lo menos eso me pasó con Venezia.
Los comentarios sobre la ciudad de los canales son infinitamente insoportables, y sobre todo de los que idealizan la ciudad porque no la conocen. No es ni tan linda como la cuentan, ni tan alucinante para pasar más de 24 horas en ella, ni tan romántica que enamora. Pero si algo tengo que destacar es que la segunda vez que la vi fue mucho más impactante que la primera.
Las historias que se tejen alrededor de Venezia deben tener un por qué en algún lugar, pero sinceramente yo no la puedo conectar más que con películas, cuentos, o comentarios. De todas maneras, no puedo ser hipócrita, es una ciudad bella y tiene la particularidad de ser única en el mundo por sus características.

Comparando con el 2009, esta vez fue distinto; llegamos a Venezia Mestre, y por los parlantes del tren anunciaban que si queríamos ir a la ciudad de Venezia, debíamos cambiar de tren allí mismo y tomarnos uno en dirección Venezia Santa Lucia. Lo hicimos.
Llegamos alrededor de las 11 de un domingo perfectamente soleado pero frío como pocos domingos en mi vida. Tomamos un café y empezamos a "patear" la ciudad. Llamamos a Nico, un chico de mi universidad que está haciendo su programa de intercambio en Venezia y con gusto nos acompañó y nos guió todo el día.

Como teníamos que esperar a las chicas que habían perdido su tren de las ocho de la mañana, fuimos a conocer la universidad donde estudia Nico.


Opinión personal: No sé si podría estudiar/vivir/estar más de 2 meses en Venezia. No creo que lo soporte a nivel mental ni menos a nivel humedad. Nos contó Nico que cuando sube la marea, sube en serio, puede haber hasta 1 metro de agua por encima del suelo.

Después de ir a conocer la universidad de Nico caminamos por la ciudad. A decir verdad hay muchas cosas que son iguales en Venecia, y siendo la segunda vez que uno va a la ciudad es un tanto repetitivo, pero aún así hubo imágenes que se me habían pasado por alto aquel enero del 2009.

En Venezia festejan el carnaval, pero de una manera poco tradicional para los Argentinos. Son máscaras artísticas y disfraces de una calidad nunca vista. Más allá de que no sea Febrero/Marzo, un típico recuerdo Veneciano son las máscaras y antifaces varios.


Venezia no es la típica ciudad antigua italiana, es quizás, una mezcla entre la antigüedad y la restauración que intentan mostrar.









Para terminar el día, Nico nos llevó al Lido, una playa a media hora de Venezia. Entre mates y charlas fuimos terminando nuestro día en Venezia. Un día más, un viaje diferente.

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