Momentos.
Son momentos, no? La vida no es más que una suma de momentos inigualables e irrepetibles, ese cliché de mera insensatez en el que el momento es quizás el mejor placebo.
No se pretende, no se quiere, no se sabe nada.
Ese momento en el que uno quiere mandar todo al carajo también es un "momento más", el momento caracterizado por la locura o la sanidad, no siempre es fácil distinguirlo.
Alguien una vez me dijo que los momentos eran más fácil pasarlos como aquel que deja simplemente pasar la vida, aquel que no hurga en la profundidad impetuosa, en ese perpetuo anhelo que se vive como inmigrante. Quizás es más fácil, quizás resulte más conveniente, pero siempre está ahí. Esquivandolo, sorteando adversidades incongruentes, sin mirar más allá.
Impotencia es lo que genera, ese retraso a la vida, perder esa mirada por haber cerrado los ojos.
No siempre se puede clavarla en el ángulo, bastará con esperar el "momento" en el que gritar el gol sea el mar en calma.
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