sábado, 24 de septiembre de 2011

Fuentes, canales, agua.

"You can go your own way, go your own way, you can call it another lonely day"


Mis días en Milano parecen mejorar con el correr del tiempo. Nunca me gustó salir a caminar sin un sentido, o sin saber dónde está el lugar al que estoy yendo, en conclusión, nunca me gustó perderme en Buenos Aires.
Milano es diferente; acostumbrada a las calles rectas y en continuidad con la numeración, Milano es todo lo contrario. Son diagonales (como las de La Plata) y cada dos cuadras las calles cambian de nombre, y por ende, de numeración.

Uno sale de su casa creyendo que va en la dirección correcta pero siempre se llega al Duomo, la única razón por la cual se llega siempre al Duomo es porque es el centro de la ciudad, el centro de los círculos concéntricos que conforman la periferia de la ciudad. Pero hoy no fue ese el caso. Salí de casa en dirección a la plaza -una que había visto el jueves en el colectivo- pero llegué al Navigli. El navigli queda a unos 40 minutos de casa y son los canales de agua de Milano, pero no sé cómo ni por qué motivo llegue al Navigli. Lo curioso es que no hay un solo Navigli -pero están todos juntos- así que cuando uno pregunta "Sa dirmi dov'é il navigli?" tiene que tener cuidado, porque hay varios y por eso te preguntan cuál de todos estás buscando. Es mi segunda vez en Milano, y siempre creí que Navilig había uno solo, pero me equivoqué, afortunadamente.
Caminando por el navigli volví a perderme, como la mayoría de las veces que salgo sola a caminar en Milano, pero perderme acá es una de las cosas que más disfruto. Encontré otra plaza -que no había visto nunca- hermosa y me pareció estar viendo Buenos Aires en primavera. Gente en el pasto reunida -sin mate, obviamente- y perros corriendo por todos lados, a las 3 de la tarde con un sol que cubría la ciudad de una forma maravillosa.
Obstinada, como suelo ser, seguí caminando en busca de aquella plaza que había visto el jueves, sabía que estaba realmente lejos, así que me tomé el tram -tranvía- y llegué a mi punto de encuentro "Piazza Cinque Giornate", lugar en el que pasan todos los medios de transporte públicos que me llevan a los lugares que necesito.
Sabía que estaba cerca de Piazza Cinque Giornate, así que caminé y encontré la plaza. Lo más lindo de la plaza es la fuente de agua, pero de día no hay agua, curioso, las "aguas danzantes" solo se ven de noche.
Leer, sacar fotos y charlar con desconocidos hicieron de mi tarde en la plaza una tarde más linda.
Voy a volver, de noche, necesito ver el agua.

Navigli

La plaza de la fuente, a la que volveré

La paz misma

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