domingo, 6 de enero de 2013

Asco


Me da asco, me desagrada, no lo entiendo y no formará nunca parte de mi cotidianidad.
Escudriñarse en un sendero de calamitosas sensaciones para hablar un rato con uno mismo.
No lo voy a entender nunca; Y más aún cuando se justifican victoriosos de que ese sea el único camino y me da más ganas de vomitar, de escupirles la cara, de decirles que viven en una mentira trascendental, que no saben, que no sienten, que no viven ni vivirán jamás a cuestas de una verborrágica y pusilánime soberbia de enredos y algarabías pagas.
Que lo unico que logran es acompañar la sigilosa hoja de ruta de quienes tienen por enemigos, de quienes repudian acto e idea y de quienes, lamentablemente no se podrán escapar más, por haberles cumplido el deseo, por haberlos querido engañar como quien pretende engañarse a uno mismo, y dicha trampa es siempre más victoriosa que su saber.
Y tampoco estarán nunca al tanto de haber caído en silencio, porque no tendrán la fuerza ni el valor de resurgir de dicha tempestad. 
Por eso siento asco, desagrado y lástima por ellos, porque día a día van quedando atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario