martes, 2 de junio de 2015

#NiUnaMenos

No es por mi, ni por mi amiga, ni por mi prima. Es por todas.

Es por aquellas que se bajan la pollera cuando caminan por la calle, por las otras que cruzan de vereda cuando pasan por una obra en construcción. 
Es por las que huyen despavoridas cuando sienten que los tipos se las están comiendo con la mirada, se les están metiendo en el cuerpo con ese gesto impune que -al parecer- hace más macho al hombre. 

Es por las que se maquillan las lagrimas, las que esconden el miedo con el aislamiento, y también por las que aputan con misiles a los códigos culturales nefastos y retrógrados. 

Es por las ríen por las mañanas para que los chicos vayan felices al colegio, a sabiendas de esos llantos que les extirpan el alma cuando escuchan el maltrato. Porque el proyectil es multilateral, la herida golpea a aquellos hijos que sufren en soledad. Es por ellos también. 

Es por la que se embandera con la lucha, con el cambio y con el sueño de un futuro de igualdad. Es por esa que discute apasionada cuando la tildan de feminista, y lo llevan con orgullo y frente alta al andar. Porque marcha de igual a igual por una causa que le corre por el cuerpo y le hierve las venas cuando descubre que es un mal social y cultural. 

Es por esa madre que no sabe qué puerta tocar para sacar a su hija del idilio que sufre en su espacio personal. Esa madre que se avergüenza, esa que denuncia, y esa que intenta desnaturalizar que 'papa putea a mamá'. Es por esa que busca consuelo permanente.  

Es por esa que no se avergüenza frente al vendedor al pedirle preservativos, porque vive su sexualidad sin culpa, y se ama más que una simple mirada ajena que dispara juicios de valor. Porque ya no es menester del hombre, porque lo fue en siglo pasado, como en en algunas religiones nunca si quiera lo fue. Porque las cosas cambian y los tiempos acompañan, porque abrir la cabeza es crecer, y crecer es progresar, como persona, como cultura y como sociedad.

Es por la que disfruta caminar por la calle vestida como quiere, con faldas cortas, largas o calzas ajustadas. Y esa misma que tiene que soportar un grito vergonzoso; porque el problema no es el grito, el problema es el abuso de poder que se suscita de ese grito. Ese deseo de sumisión hasta el hartazgo, ese violento infierno de palabras. 

Es por la que tiene que soportar la descalificación continua e inhumana de aquella bestia que la juzga por haber nacido mujer. Ya no alcanza con la raza, religión o idea política; parece que ahora es una 'lucha' género. ¡Qué miseria!

Es por ellos que ayudan a mermar el dolor con las palabras, y por los que se ponen la causa al hombro y brindan asistencia continua a quien no sabe cómo frenar esa locura. 

Es por cada una de ellas y por cada una de nosotras, es por todas y para todos.  

#NiUnaMenos
Miércoles 3 de junio de 2015
Congreso de la Nación.



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