domingo, 3 de noviembre de 2013

Reflejo

Lo miro, me mira; me devuelve mi mirada.
Le pregunto, me respondo.
Me someto a esa imagen, una mirada.
Me quiebra, me instigo.
Me conquista, me doblego.
Me busca o lo busco.
Me suscito a su inquisición.

Me enojo, me desquicio.
Un cristal que me mueve, me sigue, me regala.
Me convierte en reina y le devuelvo un castigo.
Me retuerce de sumisión, me asquea.
Me convida un ideal de belleza, le disparo lagrimas.

Me despierta por las mañanas y me obliga a sonreír.
Y por las noches le destruyo su impronta bondadosa.
Le miento un verso de gratitud y lo tapo frio, de miedos y eufemismos.

Me mira, me miro, a merced de mi caracter inmediato.

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