martes, 18 de septiembre de 2012

otro adiós.


Se sentó en un café cuando el sol arrimaba en la equina de la casa de Martita. Uno pidió un café negro en jarrito y el otro una lágrima. Comenzaron a hablar.
Entre versos de amor propio y quejas alborotadas fueron dulcificando la mañana. 
Fueron horas interminables, entre silencios impacientes y una ansiedad amasijante.
Tiempos de vulnerabilidad absoluta y contractual, tiempos de violencia verbal.
No existe, ni jamás existirá entre ellos dos, una constante, una guía, un sol naciente.
Tardes de un pleno al orgullo, con dos indelebles jugadores crispados por un rigor insaciable de pasión.
Su despedida la recuerdan en aquel bar al 800 de la calle Defensa, son varias las timas que dejaron selladas aquel jueves de abril.
No hubiesen alcanzado jamás los cientos de "te quiero" que se guardaron uno a uno en el bolsillo, pero quizás hubiesen amainado el amargor de su sentir.
Y tenían tanto para decirse que no se dijeron nada, pero varios de los presentes pueden asegurar que la sinopsis que causaban sus miradas al entrelazarse, fue mucho más que ellos dos, dos eternos orgullosos jineteados por el miedo.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Detrás del velo


Cuando no podes hacer mas de lo que el cuerpo te plantea, cuando la cabeza no para de procesar. 
Te sentís en un cuento de hojas interminables y de descripciones al estilo de Cortázar, esperas que la trama llegue a su punto de inflexión y  no son mas que frases consecutivas que describen lo intransitable. 

Son aquellas ideas mas idealizadas que la perfección misma, son indultos al aura, son trances insoportables. 

No podes pedirte mas a vos mismo porque la suerte no esta de tu lado. 

Y al día siguiente te despertas contando las horas, cinco ocho o catorce; a esta edad tan incongruente ya da lo mismo. 
Te seguís siéntiendo ajeno a vos, a todos los firmamentos que construiste tan vehementemente y que creíste que ni Alejandro Magno podría derribar, a esos caprichitos de nena ni tan inocente, ni tan atrevida, que a afirma a los 15 haber dejado un tiempo atrás.

Así somos


Nuestro problema, distinto al común o a la media de los problemas cotidianos de nuestro círculo, radica en que estamos excedidos en historia y carentes de presente. 
Porque seria mucho mas fácil que el presente nos toque la espalda en la rutina banal, y que la historia se vaya completando con la vivencia del aqui y ahora, pero estamos muy lejos de eso. Quizás es la cobardía la que nos estanca en esta historia y ni latente la deja, quizás son nuestras ideas de paralelismo inhumano las que nos dejen al costado del camino, pero de algo estoy seguro, tenemos  mas probables que ocurrentes en nuestro haber, y va completando la historia sin si quiera, concretarla. 
Podemos pedirle a los libros cuantos consejos nos plazca, podemos llenarnos la boca de promesas garrafales, pero no pudimos nunca mirarnos a los ojos. 
Conocimos el sentido mas cercano de nuestras esencias, y a su vez, recorrimos nuestros pasados con en el lenguaje mas soberbio que nos caracteriza, pero seguimos siendo agua en estado gaseoso. 
El tiempo no puede llevarse a la boca la cantidad de versos que se nos cruzaron por la mente, el tiempo no relaciona nuestros dos hemisferios izquierdos, seremos, mientras tanto, la serenidad con el que el fuego quema las brazas. 
Jactarnos de gotas en la ventana no nos garantiza que crezca el pastizal, pero seremos esas gotas que ni valientes ni atrevidas, salpican ese asfalto de una noche de junio.