jueves, 22 de diciembre de 2011

Ci vediamo a presto


Sé que tengo un post pendiente y es el de Londres. Sigo buscando las palabras, a veces escribir no resulta tan simple cuando los recuerdos y los momentos vividos fueron inesperados. El peso de las palabras a veces llega a ser un mal compañero de esos recuerdos; así que por el momento decidí dejar en Stand By el post de Londres.

Ahora bien... pasaron casi cuatro meses (el 28 se cumplen exactos los cuatro) y miro para atrás y la verdad es que me acuerdo septiembre como si hubiese sido la semana pasada. Lo raro de todo es que entre septiembre y hoy, 22 de diciembre pasaron tantas cosas que jamás imaginé que iban a pasar y el tiempo, como botón que sabe ser, pasó volando.
El decir adiós a una serie de experiencias vividas en los pasados cuatro meses, se torna un poco complicado cuando no querés que termine. Es por eso que ayer, a cada persona que venía a despedirse con un abrazo y a decir un simple adiós (en el idioma que fuere) prefería citar un cliché: "no es un adiós, es un hasta siempre". Los días de nostalgia son estos y van a pasar en un tiempo, pero hoy no quiero que esto termine.
Las etapas tienen un principio y un fin, y este es el fin de una de las etapas más lindas de mi vida, o de una experiencia que sin dudas marcó mi vida, porque de esto me llevo recuerdos, pero me llevo personas hermosas que hicieron que mi tiempo acá sea aún mejor.

El concluir esto con una mítica noche en Old Fashion, hizo que todo sea espectacular de principio a fin. La cena con aquellos que compartí más momentos, el "botellón" en el mítico tram (debería haber sido el quindici para no perder las costumbres, pero fue en el ventiquattro y qué más da?) y una de las mejores noches de boliche...
Siento que me quedo sin palabras para despedirme porque realmente no quiero hacerlo, pero cada uno sabe lo que fue haber compartido estos meses y espero volverlos a encontrar a todos en esta vida o en otra aún mejor.

GRACIAS.


máximas de ayer: que un holandés se vuelva a su casa a las 6 de la mañana después de la noche de boliche en bicicleta y que un "Americano" me pregunte si en Argentina hablamos en portugués.. lo que claramente concluyó en una discusión de principio a fin sobre por qué los de Estados Unidos creen que América del Sur es solo Brasil... compadezco a ese hombre por haber soportado mis verborrágicas palabras y todo tipo de acusaciones en inglés jajajaja.

Hasta Luego

lunes, 12 de diciembre de 2011

Milano va quedando atrás

Tres meses y un poco más; miro para atrás y si que pasó tiempo.
No sé si es la melancolía de que queda poco tiempo de "Erasmus" o el exceso de tiempo que se tiene en época de finales entre estudiar un tema y mirar la mosca sobre el televisor.
Conocer tanta gente con sus particularidades hicieron, sin duda, el mejor "Intercambio estudiantil" que jamás hubiese pensado.
La rutina de: Old Fashion los miércoles, Le banque los jueves se me hizo cada vez más familiar.
El "mítico" quindici desde Arco hasta Piazza Fontana, fue, sin duda y después del 9, el tram más concurrido. Siento que en menos de dos semanas esta cotidianidad va a pasar a ser un hermoso recuerdo, y quizás, por mi manía de no querer terminar las cosas es que ya palpito el final como si fuera hoy.
No me quiero acostumbrar a que las personas que vengo viendo hace más de tres meses, de un día para el otro no las vuelva a ver, y porque soy consciente de mi realidad digo eso.
No sé cuando va a ser la próxima vez que cruce el océano atlántico pero se que no va a ser tan pronto como así lo desee; voy a extrañar a esta gente.

Uno no se suele dar cuenta de lo que puede llegar a crecer en un momento dado; tres meses, en mi situación, es un montón de tiempo. Y lo bueno del tiempo que pasó es que realmente pude darme cuenta de lo mucho que crecí y de lo positivo que fue esto. (Y me acuerdo aquellos días de agosto que le tenía terror a esto, ja, que bueno que tengo amigos que van para adelante siempre y me llevan con ellos).

Hoy me estoy dando cuenta que es una anécdota más, una hermosa anécdota pero ya se planta en el recuerdo. Ya no siento Milano como la sentía ayer, más bien la siento como sentía Buenos Aires a mitad de año. Y lo loco es ver para atrás, y como en una película pasar rápido todas esas imágenes en tu cabeza y haber vivido cada momento es ya parte del pasado.
No quiero que termine esto, porque no quiero que esto pase a ser un recuerdo en mi cabeza.

Y como puse un par de días atrás: "Quisiera que esto dure para siempre, casi tanto como una eternidad".

Pero soy yo, y por eso mismo es que ansío Buenos Aires con toda la furia.
No quiero apresurarme a concluir algo tan básico como lo que voy a hacer pero: Buenos Aires es la mejor ciudad del mundo para vivir, como dice el tango "las callecitas de Buenos Aires tienen ese que se yo" y es verdad, tienen ese "que se yo" que solo un porteño podría explicarlo.